Por Anita González Sigler

Tan simple y sutil pero radiante, la margarita es la flor nacional de Italia y ocupa un lugar esencial en la historia del pueblo italiano, ya que eran las predilectas de la primera reina consorte –luego de la unificación– Margarita de Saboya, quien la eligió como emblema nacional. La destacada aristócrata fue muy audaz en política e influyó de manera positiva en las relaciones de su país con el mundo, a la vez que se convirtió en una promotora de las bellas artes.

De nombre científico Bellis perennis, es originaria de Europa y familia de las asteráceas, también llamadas compuestas. Tiene propiedades curativas como diurético, antioxidante, digestivo, antiinflamatorio, sudorífico, laxante, purgativo y cicatrizante. Contribuye a regular la presión arterial y a controlar la tos. Todas las partes de la planta son procesadas para fines farmacológicos.

Esta flor es fuente de inspiración en distintas facetas del arte, protagonista de leyendas, y tercera en popularidad en las obras literarias de autores famosos, tales como Eurípides,  Shakespeare, Charles Dickens, Chaucer, Shelley, William Wordsworth y el poeta John Keats. Cumpliendo la voluntad de este último, su médico hizo que los sepultureros cubrieran de margaritas su tumba.

A Goethe le debemos que la inmortalizara de una manera muy singular, cuando Margarita precisaba saber si Fausto correspondía a su amor; por eso arrancaba los pétalos de la flor diciendo: “Me ama, no me ama”. En tiempos pasados las doncellas adornaban sus cabelleras con margaritas porque identificaban la flor con la pureza.

Mitología y leyendas

Una leyenda romana nos cuenta que la ninfa Bélides, mientras danzaba con otras ninfas del bosque, llamó la atención de Vertumnus, el dios de la vegetación y los árboles frutales. Al sentirse perseguida quiso escapar de sus requiebros amorosos, y por ese motivo pidió ayuda a los dioses. Para salvarla de su perseguidor, la transformaron en la flor bellis; de esta forma pasó desapercibida para quien con insistencia solicitaba su atención; sin embargo, comenzó a ser admirada y preferida por muchos.

Otra leyenda, de origen cristiano, cuenta que los hombres sabios en su expedición para encontrar al niño Jesús pidieron un signo que los ayudara en sus objetivos. De repente notaron muchos racimos de pequeñas y blancas margaritas cerca de un establo. Supieron así que habían encontrado a la Sagrada Familia.

Ficha botánica

Su nombre científico es Bellis perennis, comúnmente llamada margarita (en inglés se le denomina daisy). Pertenece a la familia de las compuestas y se considera que su lugar de procedencia es la cordillera de los Pirineos, entre Francia y España, y también en el norte de África. Es una planta herbácea perenne con dos tipos de hojas: unas de pequeño tamaño que terminan en un peciolo, y otras de forma dentada. Puede llegar a medir entre 50 cm y un metro de altura. Fue descrita en 1753 por el Carlos Linneo, uno de los padres de la botánica. Bellis significa que crece en los campos y perennis quiere decir que dura todo el año. Algunas fuentes citan datos científicos que afirman que existen unos 20.000 tipos.

Compartir en: